La medida se levanta ante la salida de más de 600 mil vehículos de la capital del país, en el contexto de las vacaciones decembrinas.
El pico y placa fue inaugurado en 1998, con el objetivo de descongestionar el nutrido tráfico de la capital colombiana y desde entonces varias ciudades del país han acogido esta medida para solucionar sus problemas de movilidad.
Actualmente se aplica en Bogotá, Medellín, Cali, Manizales, Bucaramanga, Barranquilla, Cartagena, Pereira, Cúcuta, Armenia y Pasto.
Esta variante de restricción vehicular también es utilizada (bajo sus propias normas) en diversos países como Brasil, Ecuador, Chile, Costa Rica, Grecia, Reino Unido, México, China, entre otros.
Aunque es una medida polémica no tiene tantos detractores, ya que su aplicación no solo descongestiona la ciudad sino que ayuda al cuidado del medio ambiente, ante la reducción de la contaminación por emisión de gases y de ruido y, además, promueven el uso de los sistemas de transporte masivo de pasajeros.
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