En su conferencia de prensa matutina diaria en el Palacio Nacional, el mandatario recordó que el “escribidor” -como le apodaron cuando su fracasada incursión política en Perú en 1990 como candidato presidencial- hizo tales afirmaciones durante una conferencia que dio en Estados Unidos, y allí mostró su decadencia.
Lo invitan a Estados Unidos a una conferencia, da un discurso explicando lo que está sucediendo en América Latina, un discurso que no aporta nada, de lugares comunes, un discurso de derrota, un discurso sin opciones, sin alternativas, incluso desde sus posturas, expresó el presidente.
Fue nada más lamentarse de América Latina, que ya ha sido tomada por la izquierda, según él.
Siguiendo el tema, pero trasladado a la realidad de México, López Obrador consideró que el principal error de los políticos es que no han sabido entender la nueva realidad.
Expresó que «no se puede poner vino nuevo en botellas viejas, ni se puede hacer política como antes, es muy sencillo, es otra la mentalidad del pueblo, no es fácil aceptarlo. Imagínense, décadas haciendo política de una manera y de pronto entender que las cosas cambiaron».
Eso lleva a aceptar que el pueblo es el que juzga, No es el quítate tú porque quiero yo, no es el cargo, es el encargo, insistió.
Aseguró que el 75 por ciento que tiene de aprobación en su administración en estos momentos se debe a que también hay sectores de clase media que lo apoyan, que están bien informados, no manipulados, no conservadores, sino muy humanos muy fraternos.
En otro aspecto, abordó nuevamente el tema de la reforma eléctrica estancada en el congreso y las presiones de empresas transnacionales, como Iberdrola que tienen en crisis de tarifas a España
Advirtió que votar en contra de la ley de reforma, es hacerlo a favor de que sigan robando y destacó que ya se acabó el tiempo de la compra o el intercambio de favores para el voto de legisladores a quienes aconsejó asumir su responsabilidad en este asunto de interés nacional para México y su pueblo.
mgt/lma