Dijo que se trata de un acto de defensa propia de la Educación Pública y el “derecho del más débil cuando hace huelga”, en referencia a contenidos que restringen derechos sindicales.
Pereira añadió su rechazo entre otros aspectos a que el empleador decida el pago en efectivo, sin garantías para el trabajador o desalojos de vivienda en menos de una semana porque “eso es como vivir en un asentamiento” marginal.
Apuntó que el referendo revocatorio habilitado para marzo venidero no es para ofender al presidente o a los legisladores del oficialismo que la aprobaron, sino para dejar en evidencia los errores cometidos con la LUC.
“Una ley popular no puede ser que no la conozca nadie, le quita derechos a la gente; que permita que la puedan sacar en siete días de sus hogares”, subrayó.
El dirigente frenteamplista precisó que participará en la campaña por la derogación, pero “con modestia” porque además está la central sindical Pit-Cnt, la Intersocial feminista, así como organizaciones que recolectaron firmas para conseguir la convocatoria a las urnas.
Respecto a su nuevo liderazgo a partir del 5 de febrero, adelantó entre sus medidas la del “FA en territorio, que no va y habla, sino que va y escucha y luego devuelve posiciones, puntos de vista, proyectos”, y además “recupera un diálogo que nunca debió haber perdido”.
Sostuvo que cuatro o cinco veces al año se visitará cada pueblo del interior, cada barrio de Montevideo, junto con los intendentes, legisladores, ediles y se contactará con los productores, industriales “para tener conocimiento que permite construir poder popular”.
En entrevista en el programa radial El Poder de la Palabra dijo que llegó al cargo para quedarse los cinco años por los que le eligieron sin las tentaciones de los comicios de 2024, porque el ejercicio del gobierno “fagocita” a la fuerza política dejándola desguarnecida, “un error que, ya aprendimos, no debemos cometer”.
jf/hr