La propuesta pretende apoyar el cambio del bloque de 27 países hacia un futuro neutro en cuanto a emisiones de carbono, pero enfrenta discrepancias internas sobre si realmente son opciones sostenibles.
El texto fue distribuido por la Comisión Europea en las últimas horas, después de que se prometiera dos veces a principios del año recién concluido.
Si la mayoría de los Estados miembros lo respalda, se convertirá en ley de la UE y entrará en vigor a partir de 2023.
Francia ha liderado la iniciativa de incluir la energía nuclear a pesar de la fuerte oposición de Austria y el escepticismo de Alemania, que está cerrando todas sus centrales nucleares.
En tanto, los países del este y el sur de la UE que dependen de los combustibles fósiles también han defendido el uso del gas natural, al menos como fuente transitoria, aunque siga produciendo importantes emisiones de efecto invernadero.
El documento añade que, en el caso de la energía nuclear, deben establecerse medidas adecuadas para la gestión y eliminación de los residuos radiactivos, y en el caso del gas, los límites de las emisiones de carbono deben ser muy inferiores a los producidos por las centrales actuales.
El Comisario de Mercado Interior de la UE, Thierry Breton, declaró el mes pasado que el bloque necesitará duplicar su producción total de electricidad en las próximas tres décadas y eso «simplemente no es posible sin la energía nuclear».
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