En muchas urbes del área urge implementar medidas de circularidad, conectividad y restauración de ecosistemas, de acuerdo con un informe del Programa de las Naciones Unidas para el Medio Ambiente (Pnuma) divulgado este miércoles en el sitio oficial de noticias de Naciones Unidas.
También hay que reducir a la mitad el uso de combustibles fósiles, minerales y alimentos y, al mismo tiempo, combatir la pobreza y la desigualdad, indica el reporte.
América Latina y el Caribe es predominantemente urbana y la tendencia apunta a que lo será aún más a mediados del siglo XXI, añade.
El Pnuma estima que alrededor del 90 por ciento de su población total continuará viviendo en alguna ciudad, por ello es tan importante avanzar en el diseño de urbes más eficientes y sostenibles.
Según el informe titulado El peso de las ciudades en América Latina y el Caribe: requerimientos futuros de recursos y potenciales rutas de actuación, la falta de circularidad implica la degradación grave de ecosistemas vitales.
Esto tiene un impacto catastrófico no sólo en la naturaleza, sino en los medios de vida y la salud y bienestar de las personas en la región.
Además, señala el reporte, las metrópolis del mundo generan hasta tres cuartas partes de las emisiones de gases de efecto invernadero y resulta esencial disminuir esas cifras.
Con una población regional proyectada en 680 millones de personas para 2050, el consumo material doméstico urbano podría aumentar hasta las 25 toneladas per cápita, muy por encima del rango de 6-8 toneladas per cá¬pita que se considera sostenible.
De hecho, advierte el Pnuma, muchos de los habitantes del área latinoamericana y caribeña ya sufren los efectos del uso insostenible de recursos y lo hacen en forma de degradación ambiental, falta de acceso a los servicios y las perspectivas de un futuro sombrío.
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