En una reunión transmitida por el canal de televisión Khabar 24, el mandatario manifestó que la nación sufre un ataque contra la integridad del Estado y sus ciudadanos que solicitan ayuda urgente.
Tokáyev calificó de apropiado y oportuno el llamamiento a los socios de la OTSC (Armenia, Belarús, Kirguistán, Rusia y Tayikistán). “Creo que el pueblo de Kazajstán apoyará esta decisión. Juntos venceremos”, manifestó.
El país es víctima de fuertes protestas, iniciadas el pasado 2 de enero en las ciudades de Zhanaozen y Aktau de la región de Manguistau (suroeste del país), donde la población salió a protestar contra el aumento del precio del gas natural licuado.
Ayer, estallaron disturbios en Almaty (este), donde la Policía utilizó granadas aturdidoras para dispersar a la multitud, así como en otras ciudades; en particular, en Atyrau, Aktobé (oeste), Uralsk (noroeste), Taraz, Shymkent y Kyzylordá (sur), Karagandá (noreste) y esta capital.
En Almaty, la ciudad más grande del país, las fuerzas del orden lanzaron una operación antiterrorista, luego que se reportaran saqueos, hechos de vandalismo, además de que fueran tomadas las sedes del Ayuntamiento y del Consejo de Defensa Nacional.
También en esa urbe, los manifestantes incendiaron la residencia del presidente kazajo y se apoderaron de un canal de televisión.
“Se ha puesto en marcha una operación antiterrorista especial”, indicó el comunicado de las autoridades locales, según la agencia de noticias TASS. En esa ciudad las fuerzas de la policía están ausentes de las calles céntricas, mientras los manifestantes la saquean, informó un corresponsal de ese medio ruso.
Grupos de manifestantes prendieron fuego a los vehículos de bomberos que acudieron a apagar el siniestro en el Ayuntamiento y la residencia presidencial, indicaron medios de comunicación locales.
El mandatario kazajo aseguró que bandas terroristas cometen atropellos en Almaty y otras ciudades de esta nación centroasiática, se apoderan de los inmuebles de diferentes instituciones y empresas, mientras otros rompen vidrieras de tiendas, saquean farmacias y roban cajeros automáticos.
Tokáyev indicó que en estos momentos cadetes de las escuelas militares del país luchan contra esos grupos. El presidente kazajo denunció ataques masivos contra las fuerzas de seguridad durante las manifestaciones.
“Multitudes de elementos vandálicos golpean a los militares, los intimidan, los conducen desnudos por las calles, someten a las mujeres a la violencia, roban tiendas”, manifestó en una intervención para toda la nación.
Aunque sin precisar cifras, habló de muertos y heridos entre los policía. «Quisiera agradecer a los policías y militares que hicieron frente a los grupos violentos y, lamentablemente, sufrieron bajas. Mis sinceras condolencias a sus familias», expresó.
El mandatario asumió desde este miércoles la jefatura del Consejo de Seguridad del país y estableció el estado de emergencia nacional.
“Esta es una medida necesaria. Como presidente, estoy obligado a proteger la seguridad y tranquilidad de nuestros ciudadanos, a preocuparme por la integridad de Kazajstán. Las medidas que tomé tienen como objetivo el bienestar de un Kazajstán multinacional”, dijo.
Aclaró que las decisiones tomadas aún no son suficientes y está dispuesto a seguir actuando con la mayor dureza posible.
Este miércoles, Tokáyev aceptó la renuncia del Gobierno kazajo e informó que sus miembros continuarán sirviendo hasta la aprobación del nuevo Ejecutivo.
El jefe de Estado culpó a la estructura de Gobierno por no prever las consecuencias de la alta subida de los precios del combustible.
Pese a la dimisión del Gobierno y a la orden presidencial de regular de inmediato los precios del combustible, las protestas en el país continúan.
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