Tras una orden emitida por el presidente Iván Duque a raíz de los enfrentamientos entre grupos armados en los últimos días en esa región fronteriza con Venezuela, con saldo de más de 23 muertos y cientos de desplazados, dos batallones llegaron por aire y tierra con vehículos blindados.
Cuentan con entrenamiento diferencial en combate rural y urbano, operaciones antisecuestro y antiextorsión, primeros auxilios, derechos humanos, resolución de conflictos, entre otros, subrayaron las Fuerzas Militares de Colombia por medio de su perfil en Twitter.
La Asociación Nacional Campesina Coordinador Nacional Agrario de Colombia rechazó la decisión del gobierno de Duque que, dijo, «aprovecha la crisis humanitaria para profundizar la militarización del departamento y desplazar a las comunidades campesinas».
Por medio de un comunicado señaló que tal medida es parte de la segunda fase de la imposición de la estrategia de «zonas futuro» que implica limpiar de «obstáculos» el territorio para entregarlo a los intereses del capital trasnacional.
«Recordamos a la comunidad nacional e internacional, que la presencia militar ha sido política en esa y las demás regiones del país, produciendo crímenes de Estado repudiables, masacres, desapariciones, desplazamiento, falsos positivos judiciales y degradación ambiental», enfatizó.
Exhortó a las fuerzas en confrontación a cumplir con el compromiso hecho en comunicados públicos de respetar y preservar la integridad a la población civil, sus bienes y proyectos sociales y comunitarios.
Asimismo, instó a las autoridades civiles a estar atentas a la preservación de los derechos humanos y a la comunidad internacional a estar atentos y vigilantes de los acontecimientos en esa región y el país.
Desde el pasado día 2, exguerrilleros de las extintas Fuerzas Armadas Revolucionarias de Colombia que abandonaron el proceso de paz y miembros del Ejército de Liberación Nacional se enfrentan en varios municipios de Arauca, según versiones, por la disputa del territorio en el cual operan.
El Partido Comunes, nacido del Acuerdo de Paz, instó a poner fin a esos enfrentamientos que afectan a la población civil al tiempo que alertó sobre el abandono de ese departamento fronterizo con Venezuela por parte del Estado y resaltó la importancia de aplicar de forma integral el Acuerdo de Paz.
Por su parte, monseñor Jaime Abril instó al diálogo como camino para superar las dificultades y aseguró que la Iglesia Católica en Arauca, «fiel a sus principios evangélicos, estará siempre dispuesta a colaborar en todo lo que corresponda y sea necesario, con el fin de aportar lo mejor a la superación de los graves hechos actuales y, en general, a la reconciliación y la paz».
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