Cientos de afganos afirmaron que la ayuda no llega a las personas más vulnerables y pidieron al gobierno una distribución transparente y justa de la misma.
Abdul Muttalib Haqqani, portavoz del ministerio aseguró brindar toda la información necesaria a las organizaciones humanitarias para que ayuden a los más perjudicados con la crisis.
Wahidullah Amani, portavoz del Programa Mundial de Alimentos (PMA), expresó que debería hacerse una encuesta de hogar en hogar para abordar el problema de aquellos que están en grave necesidad.
Según datos del PMA, en 2021 se proporcionó alimentos, ropa y ayuda en efectivo a 15 millones de personas en Afganistán y esperan llegar a más de 23 millones de ciudadanos en el 2022.
El Ministerio de Refugiados y Repatriación negó la existencia de corrupción en la provisión de ayuda a las personas necesitadas.
Los departamentos de educación, en particular los maestros, pueden ayudar a las Naciones Unidas en la distribución de la ayuda, sugirió Sayed Masoud, economista.
Según las estadísticas de las organizaciones humanitarias internacionales, más del 92 por ciento de los afganos luchan contra la inseguridad alimentaria.
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