Ello ocurrió en sus canales centrales de distribución, y teniendo en cuenta la suspensión de eventos públicos por la Covid-19.
De acuerdo con la asociación, estos valores incluyen, además del comercio minorista de libros, al electrónico con Amazon, y las ventas de ejemplares en estaciones de tren, grandes almacenes, tiendas de productos electrónicos y farmacias.
En su conjunto, se registró incluso un incremento en la facturación del 0,8 por ciento en relación al año previo a la situación sanitaria, 2019.
En tanto, tomando únicamente el negocio estacionario, tras los cierres de comercios en la primavera europea este sufrió una caída del 3,1 por ciento en relación a 2020, y del 11,5 por ciento frente a 2019.
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