En estos momentos, apuntó el vocero, el Programa Mundial de Alimentos (PMA) requiere 25,8 millones de dólares adicionales para proporcionar alimentos a 250 mil sobrevivientes, junto con logística de emergencia y apoyo de telecomunicaciones.
Pero hasta el momento, solo ha recibido 4,7 millones de dólares y los fondos se agotan, precisó Dujarric.
Hace tres semanas, el super tifón Rai, también llamado Odette, tocó tierra nueve veces en un área del tamaño de Austria durante dos días, afectó a siete millones de filipinos y dejó unos 500 fallecidos.
Más de siete millones de personas sufrieron el embate y requerirían algún tipo de ayuda, según datos de la ONU.
En tanto, los habitantes de las zonas más afectadas corren un alto riesgo de desnutrición e inseguridad alimentaria si no se atienden de inmediato y durante las próximos seis meses sus necesidades vitales, indicó el PMA.
Todavía muchas comunidades continúan sin electricidad y agua corriente y las personas comenzaron a enfermarse por beber agua contaminada.
jha/ifb