La primera senadora del Partido Nacional, Graciela Bianchi, llevó la voz cantante en un encuentro viral en el que contó con apoyos expresos de los pertenecientes a Cabido Abierto, Guido Manini y Raúl Lozano.
Bianchi dijo que el Poder Judicial está “infiltrado por izquierdistas” y que presuntamente dejaron de enjuiciarse a militantes frenteamplistas y que la Universidad de la República es “una usina de adoctrinamiento”.
El presidente electo de la fuerza política opositora, Fernando Pereira, al repudiar esas afirmaciones como “un bombardeo sistemático a la credibilidad de las instituciones”, requirió de un llamado firme y contundente a la prudencia de parte del PN.
El senador frenteamplista Charles Carrera señaló que Bianchi hace apología de la presión a la Justicia por el gobierno de turno y por sus reiteradas salidas de tono y afirmaciones antidemocráticas no es digna del cargo que ocupa.
La Asociación de Magistrados del Uruguay declaró en un comunicado el compromiso de los jueces con los principios del debido proceso, independencia e imparcialidad” y llamó a quienes considere lo contrario lo reclamen por las vías legales pertinentes.
Por su parte la Asociación de Funcionarios Judiciales del Uruguay (AFJU), expresó que la senadora actuó con irresponsabilidad institucional y si tiene pruebas de sus dichos tendría que acudir a la Justicia y a la Fiscalía.
También el fiscal de la República, Juan Gómez, se sumó a las críticas a Bianchi y transmitió a la prensa su confianza en el sistema judicial y a la imparcialidad de los fiscales.
El seminario Caras y Caretas editorializó que la polémica legisladora es “el alma expuesta” de la coalición de derecha en el poder, y “es evidente que no obedece a un impulso estrictamente personal, sino a una estrategia de grupo donde ella es un personaje de reparto, pero los protagonistas son otros”.
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