Joseph quien también fungió como primer ministro en funciones, aseguró que la participación de Henry en el asesinato del presidente Jovenel Moïse, “es cada vez más precisa”, razón por la cual deberá responder a la justicia para facilitar la continuación de la pesquisa. “El país quiere explicaciones”, escribió en la red social Twitter.
Este lunes un reportaje de The New York Times aseguró que Henry y Joseph Felix Badio, acusado de planificar el magnicidio, se mantuvieron en contacto, incluso después del crimen, a pesar de la orden de búsqueda y captura que pesaba sobre el último.
El rotativo afirmó que Badio, un abogado que trabajó para el Ministerio de Justicia y la Unidad Anticorrupción visitó en dos ocasiones la residencia oficial del primer ministro y pudo entrar sin obstáculos de los guardias de seguridad, a pesar de encontrarse huyendo de la Policía.
Con anterioridad la Red Nacional en Defensa de los Derechos Humanos reveló en un informe que Badio y Henry conversaron vía telefónica durante al menos 14 minutos el día del magnicidio.
La principal telefónica del país, Digicel, confirmó que los dos números que presuntamente eran propiedad del jefe de Gobierno y el abogado establecieron comunicación el fatídico 7 de julio.
Desde el magnicidio, al menos 40 personas continúan apresadas en la Penitenciaría Nacional, pero el caso apenas avanza y recientemente el juez de instrucción Garu Orélien, liberó a cuatro policías supuestamente implicados en la trama sin dar explicaciones.
Seis meses después del asesinato de Moïse solamente Marco Antonio Palacios, exmilitar colombiano arrestado por las autoridades de Estados Unidos ha sido imputado de manera formal, y admitió que, aunque el plan original consistía en arrestar al exmandatario, antes de ingresar a la residencia presidencial, los suramericanos conocían que habría que matar al jefe de Estado.
acl/ane