La Covid-19 sigue planteando retos importantes al sector de los viajes, afirmaron las autoridades de la mayor terminal aérea del Reino Unido en un comunicado.
Según el texto, tan solo en diciembre pasado, cuando se esperaba un repunte en el trasiego de viajeros con motivo de las festividades navideñas, al menos 600 mil personas cancelaron sus planes de viajar desde Heathrow, por temor a la nueva variante y por la incertidumbre provocada por las medidas tomadas para evitar su propagación.
A raíz de la aparición de Ómicron a finales de noviembre pasado, el gobierno británico canceló los vuelos directos desde una docena de países africanos y comenzó a exigir a todos los viajeros un resultado negativo a una prueba de Covid-19 realizada previo al embarque.
Una vez en Reino Unido, los pasajeros con el esquema de vacunación completo tenían que autoaislarse en sus hogares u hoteles, y someterse a una prueba de PCR al segundo día de su llegada.
Las reglas fueron suavizadas nuevamente desde la semana pasada, cuando se eliminó la obligatoriedad de presentar un resultado negativo y el PCR de los recién llegados fue reemplazado por una prueba rápida de antígeno.
Los directivos de Heathrow abogaron, sin embargo, por la eliminación de todas las pruebas para los viajeros vacunados, y por limitarlas solo a pasajeros procedentes de lugares de alto riesgo.
También pidieron al gobierno adoptar una estrategia más predecible para lidiar con cualquier otra variante futura del virus.
Actualmente hay restricciones aéreas, como los test, en todas las rutas que pasan por Heathrow. La industria de la aviación solo se recuperará completamente cuando todas estas se levanten y no haya riesgo de que vayan a imponerse de nuevo tras un aviso a corto plazo, aseveró el director ejecutivo de Heathrow, John Holland-Kaye.
Según el comunicado, apenas 19,4 millones de personas utilizaron el principal aeropuerto del Reino Unido en 2021, menos de un cuarto de la cifra registrada en 2019, antes de la llegada de la pandemia de Covid-19.
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