En Mensaje a la Nación, el también presidente del Movimiento Popular de Liberación de Angola (MPLA) lamentó que, en las primeras horas del lunes, el país fuera sorprendido por un acto de rebelión que alteró el orden y vandalizó bienes públicos y privados en la ciudad de Luanda.
Tales hechos, señaló, pusieron en riesgo la integridad física y la vida de pacíficos ciudadanos, trabajadores en general y, en particular, de profesionales de la salud y la comunicación social.
Según refirió, los disturbios sucedieron luego de que el Ejecutivo respondiera con prontitud a la principal demanda de los taxistas capitalinos, una parte de los cuales había decidido paralizar el servicio.
El Gobierno fue más allá del principal reclamo de las asociaciones de taxistas, que pedían aumentar la ocupación de los vehículos hasta un 75 por ciento, pues se les autorizó trabajar a máxima capacidad, manteniendo las medidas de bioseguridad por la pandemia de la Covid-19, recordó.
Al decir del dignatario, lo ocurrido el lunes fue «un verdadero acto de terror”, cuyas huellas en la escena del crimen son “bien visibles y fácilmente reconocibles”, y “apuntan a la materialización de un macabro plan de ingobernabilidad”.
De cara a las generaciones futuras, recalcó, “tenemos la responsabilidad de preservar para la eternidad las dos mayores conquistas del pueblo angoleño alcanzadas con gran sacrificio a lo largo del tiempo: la Independencia Nacional y la paz y reconciliación nacional”.
En tal sentido, llamó a todos los ciudadanos a abstenerse de cualquier acto de represalia: “Quien haya visto su patrimonio destrozado, quemado o destruido, no debe pagar con la misma moneda porque nadie está autorizado a tomarse la justicia por sus propias manos”, enfatizó.
Las elecciones generales previstas para agosto de 2022, aseveró, tendrán lugar en un ambiente de plena seguridad para los electores y observadores; en Angola, acotó, la única forma posible y legítima de disputar el poder político es por la vía democrática de las elecciones
De manera inmediata, representantes de partidos políticos, confesiones religiosas, organizaciones no gubernamentales, periodistas y formadores de opinión repudiaron a los autores morales, mentores, organizadores y ejecutores de los hechos delictivos del pasado lunes, elogió Lourenço.
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