Previo al primer encuentro cara a cara entre ambos funcionarios desde que Truss asumió la jefatura de los asuntos del Brexit a finales de 2021, la ministra de Relaciones Exteriores adelantó que propondrá soluciones prácticas y razonables a la Unión Europea (UE), de la cual dijo esperar a su vez “un enfoque pragmático”.
La UE tiene una responsabilidad clara de ayudar a resolver la gran cantidad de problemas causados por el protocolo y proteger los acuerdos de paz del Viernes Santo, afirmó.
Como parte del Tratado de Retirada que marcó la salida definitiva del Reino Unido del bloque europeo en diciembre de 2020, Irlanda del Norte se mantuvo dentro del mercado único y la unión aduanera europeos para evitar el establecimiento de una frontera física con Irlanda.
El protocolo establece, sin embargo, que todas las mercancías procedentes de Gran Bretaña tienen que ser sometidas a controles sanitarios antes de entrar a esa provincia británica, con el fin de comprobar que cumplen con las regulaciones europeas.
Esa medida provoca demoras en el trasiego de las mercancías y es rechazada por los unionistas norirlandeses que amenazan con hacer caer el gobierno de coalición instaurado tras los acuerdos de paz de 1998, a menos que se renegocien sus términos, pero la UE dice no estar dispuesta a hacer.
El tono más conciliador adoptado por Truss antes de comenzar la reunión de dos días con Sefcovic en su residencia campestre de Chevening, en el condado inglés de Kent, contrasta con el empleado en un artículo que publicó el domingo pasado en el diario The Telegraph.
En el escrito, la jefa de la diplomacia británica afirmó que está dispuesta a activar el Artículo 16 del acuerdo posBrexit que permite a una de las partes suspender el protocolo, si el bloque no acepta los términos de Londres.
Los resultados del encuentro bilateral no se harán públicos hasta el viernes en la tarde, cuando se prevé que ambos funcionarios emitan declaraciones a la prensa, adelantó la Cancillería británica.
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