Esta capital parece una caldera ardiente y según el Servicio Meterológico Nacional (SMN) el calor irá subiendo hasta alrededor de las 16:00 hora local cuando se prevé toque los 42 grados. El panorama es casi igual en toda esta nación austral, golpeada por una ola que la hace el lugar más cálido del mundo en estos momentos.
Del asfalto de las calles brota una densa cortina de vapor, la transitable avenida Corrientes -la Broadway de América- esta semi vacía y muchos se resguardan en casa, donde pasarla también es angustioso pues desde hace días los apagones son recurrentes por la gran demanda eléctrica.
Más de 20 mil usuarios de las empresas eléctricas Edesur y Edenor permanecían este viernes sin suministro de energía eléctrica en diferentes barrios de la ciudad de Buenos Aires y localidades del conurbano bonaerense. La jornada afectó también en la mañana a otros 150 mil clientes.
Y es que los aires acondicionados, ventiladores y todo lo que se pueda en estos momentos no alcanzan para paliar el golpe de calor que viven los argentinos.
Según cuentan lugareños, hacía años que el verano no era tan terrible, con el añadido de la Covid-19, cuyos casos se multiplican a gran velocidad.
Luego dicen que el cambio climático no existe, señalaba más temprano una señora de unos sesenta años que fue a proveerse de líquidos, frutas y alimentos frescos para pasar estos agobiantes días.
La temperatura más alta que ha registrado Buenos Aires a lo largo de su historia data del 29 de enero de 1957, cuando el termómetro marcó 43,3 gradis. Hoy con un poco menos, aunque pudiera establecerse otro récord, los porteños que vivieron aquel momento describen como muy similar lo que sucede por estas horas.
Desde el Gobierno toman las medidas para poder contener el impacto de las altas temperaturas y mientras desde el ministerio de Salud recomiendan no exponerse al sol, beber constantemente agua, usar ropa clara y comer alimentos ligeros, en el Ejecutivo esta semana el tema ha sido recurrente.
El jefe de Gabinete, Juan Manzur, evaluó esta mañana junto al ministro de Seguridad, Aníbal Fernández, la situación por la ola de calor, sobre todo lo que tiene que ver con los incendios forestales.
Entre las medidas, el Gobierno pidió a las industrias reducir la demanda de energía entre las 13:00 y las 16:00 hora local, para tratar de evitar la saturación del sistema eléctrico y los cortes de energía.
Por otro lado, se decidió desde ayer y hasta hoy que empleados de la administración pública nacional trabajen de manera virtual desde casa, como ya ocurrió en la primer parte de la Covid-19.
Ya no puedo más, ola de calor, ola de pandemia, pareciera que se acabara el mundo, se lamentaba otro señor, en una fila para pagar los servicios, quien se apresuraba para regresar lo más pronto posible a casa.
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