Un nuevo estudio sobre la recuperación económica mundial, que apunta a ligeros descensos con un panorama difícil, alertó que el mercado laboral en los países en desarrollo seguirá débil, en medio de un menor progreso de la vacunación y un gasto de estímulo limitado.
También indicó que la participación de la población activa en Estados Unidos y Europa se mantendrá en niveles históricamente bajos, ya que muchos de los que perdieron su empleo o salieron del mundo del trabajo durante la epidemia todavía no han regresado.
A ello se suma que la escasez de mano de obra en las economías desarrolladas agrava los problemas de las cadenas de suministros y las presiones inflacionistas.
La investigación advirtió que tras un periodo favorable de recuperación económica mundial con un crecimiento del 5,5 por ciento en 2021, se prevé un crecimiento global del cuatro por ciento en 2022 y un 3,5 en 2023.
Como principales causas de ese descenso citó a las nuevas oleadas de la Covid-19, los persistentes retos del mercado laboral, los prolongados desafíos relacionados con las cadenas de suministros y las crecientes presiones inflacionarias.
En ese escenario la ONU pronosticó una recuperación lenta del empleo tanto en África, como en América Latina y el Caribe y en Asia occidental, en tanto muchas naciones mostrarán un ritmo de creación de empleos insuficiente para compensar las pérdidas anteriores a la pandemia de la Covid-19.
Así, en un contexto de escasa recuperación laboral se prevé que el número de personas que viven en la pobreza extrema se mantenga muy por encima de los niveles anteriores a la enfermedad, y que la pobreza aumente aún más en las economías más vulnerables, advirtió la mayor organización internacional.
Del mismo modo, la dispar recuperación del empleo y los ingresos entre los distintos sectores poblacionales agravará aún más las desigualdades de ingresos dentro de los países, en particular por un descenso más pronunciado del trabajo femenino, especialmente en los países en vías de desarrollo.
Por eso, según el estudio, el apoyo a la actividad laboral doméstica no remunerada, incluido el cuidado de los niños, seguirá siendo un factor fundamental para ayudar a las mujeres a reincorporarse a la población activa.
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