Los señalamientos ciudadanos llegan a pedir la destitución del comandante general de la Marina, Alberto Alcalá, como responsable de la muerte de dos mujeres, arrastradas por el oleaje en una playa de Chiclayo, en el norte de la costa peruana.
La decisión de la Dirección de Hidrografía y Navegación de la Armada de lanzar anoche alerta de Tsunami, no alcanzó para detener o aminorar las críticas.
Esa dirección ordenó anoche la suspensión de las actividades deportivas, turísticas, náuticas y recreativas, así como la pesca artesanal en todo el litoral peruano, de más de tres mil kilómetros y por ello las playas amanecieron cerradas para el público.
Los mensajes en Twitter plantean que esa alerta debió lanzarse el sábado, cuando un comunicado la descartó y solo recomendó medidas de precaución ante el oleaje anómalo inminente.
El reporte no incluyó una prohibición o recomendación de evacuación de playas y zonas portuarios, que hubiera atenuado los daños del maretazo registrado ese día.
El capitán de corbeta Giacomo Morote, del Centro Nacional de Alerta de Tsunami (CNAT), de la Marina, alegó que la alerta de tsunami no fue lanzada porque no se cumplieron los tres requisitos establecidos: un sismo de magnitud superior al nivel ocho, que ocurra bajo el lecho marino y que su epicentro no sea a gran profundidad.
“Al ser un evento distinto, la erupción de Tangoa no se puede considerar dentro de nuestro protocolo”, agregó, al señalar que la Marina sí advirtió sobre el oleaje anómalo, información que debieron difundir otros organismos del Sistema Nacional de Alerta de Tsunami como el Instituto de Defensa Civil.
Sin embargo, ante el oleaje de críticas, la Marina anunció una investigación interna para determinar si el protocolo fue ejecutado correcta o incorrectamente.
Los reproches a la Marina la culpan también, por falta de control, de un derrame de petróleo que ayer afectó a dos playas del municipio Ventanilla, en el lado norte de la ciudad, provocado por un barco extranjero que desembarcaba combustible para la refinería de La Pampilla.
La empresa que opera la refinería afirmó que el derrame, registrado ayer, fue consecuencia del fuerte oleaje que afectó a la costa durante la jornada dominical y el municipio de Ventanilla pidió castigo a los responsables del desastre ecológico.
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