Según reportó la agencia Télam, la Bolsa de Cereales de la provincia precisó que los registros de lluvias son seis veces menores que los habituales en un mes y el 85 por ciento del suelo se encuentran afectado por las escasas precipitaciones.
Asimismo, indicó que el promedio de lluvias en diciembre de los últimos 17 años fue de 130 milímetros pero en este diciembre último solo se recibieron 16 milímetros, el 12 por ciento de lo esperado.
La altas temperaturas, que provoca estrés térmico para los cultivos y animales, preocupan a los productores agrícolas, quienes se vieron obligados a implantar el maíz de forma tardía y correr la floración de la soja hacia la segunda parte de enero y febrero.
La sequía también afecta a la ganadería. De acuerdo con la fuente, los lotes pastoreados no logran recuperarse para ingresar nuevamente los animales, lo que impacta de manera incisiva.
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