Así dijo ante el Consejo de Seguridad la alta comisionada de Naciones Unidas para los Derechos Humanos, Michelle Bachelet, y recalcó que las decisiones sobre la paz que no reflejan las voces, realidades y derechos de las mujeres no son sostenibles.
Abordar la discriminación, la desigualdad, la negación del espacio cívico que ellas sufren, así como la violencia de género debe ser una prioridad para construir la paz, apuntó.
Bachelet también subrayó que es muy crítico el escenario que enfrentan en diversas partes del mundo las defensoras de los derechos humanos.
La diplomática chilena recordó que en el corazón de la resolución 1325 y otras similares del Consejo de Seguridad está la necesidad de contar con estrategias que creen una participación inclusiva y segura para ellas.
En ese sentido, instó a la comunidad internacional a permanecer unida y rechazar los intentos de atacar, silenciar y criminalizar los derechos de las mujeres, su participación en la toma de decisiones y expresar sus opiniones.
Durante el debate abierto de este martes en el Consejo de Seguridad sobre mujeres, paz y seguridad, varios Estados miembros expresaron gran preocupación por los retrocesos en esa materia registrados en varias regiones del orbe.
En reiteradas ocasiones, el secretario general de la ONU, António Guterres, ha alertado que las mujeres permanecen en la periferia de los procesos de paz y, en gran medida, están excluidas de las salas donde se toman las decisiones.
Pero el liderazgo de ellas debería ser la norma pues no es posible excluir a la mitad de la humanidad de los asuntos internacionales, según destaca el máximo representante de Naciones Unidas.
En el año 2000, el Consejo de Seguridad adoptó la histórica resolución 1325 sobre Mujeres, Paz y Seguridad, la cual dio mayor visibilidad a este tema dentro del organismo multilateral.
Tal documento incluyó la perspectiva de género en situaciones de vulnerabilidad humanitaria, estableciendo la Agenda “Mujeres, Paz y Seguridad”.
Actualmente, arrojan reportes de ONU, los efectos de la pandemia de Covid-19 impactan de forma negativa en los objetivos de igualdad de género e inciden con fuerza en la población femenina que vive en áreas afectadas por conflictos.
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