El mecanismo comunitario denunció a través de un comunicado que las autoridades militares el país africano hacen «oídos sordos» a las peticiones de la comunidad internacional para cesar la represión, que hasta ahora dejó un saldo de 70 víctimas mortales.
Con el uso desproporcionado de la fuerza y la detención de activistas y periodistas, las autoridades demuestran no estar listas para encontrar una solución negociada y pacífica a la crisis, señaló el bloque integracionista.
Más adelante el documento define como un «camino peligroso» la actual situación que “aleja la senda de la estabilidad y pone en jaque la oportunidad de forjar una solución pacífica”.
El bloque integracionista cuestionó además las limitaciones a la libertad de expresión y de asociación en Sudán, las que consideró como “derechos fundamentales que deben garantizarse».
La democracia, que las autoridades de ese país dicen construir, no existe sin libertad de prensa, agrega el texto.
El 25 de octubre último, el jefe del Consejo Soberano de Transición y del Ejército en Sudán, general Abdel Fatah al-Burhan, declaró el estado de emergencia y suspendió al gobierno, medidas rechazadas por diversas organizaciones, entre estas la Asociación de Profesionales.
En los últimos días ocurrieron protestas populares en el país, donde la Policía y el Ejército cerraron ciudades, al tiempo que se interrumpieron los servicios de Internet, entre otras medidas.
El pasado sábado 178 manifestantes civiles resultaron heridos en esa nación por causa de la represión de las fuerzas de seguridad, según denuncias del Comité de Médicos Independientes de Sudán,
Desde abril de 2019 Sudán vive un proceso de transición que inició con la salida del poder del entonces presidente constitucional Omar Hasan Al-Bashir, quien gobernó durante tres décadas.
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