El nivel de este nutriente en la sangre es vital para hacer frente a los patógenos y las células cancerosas, precisa la revista Cell.
Los linfocitos T necesitan una cantidad suficiente de magnesio para funcionar con eficacia, puntualiza la fuente.
El equipo científico descubrió que las células T pueden eliminar las células anormales o infectadas de forma eficaz sólo en un entorno rico en magnesio.
«Este mineral es importante para la función de una proteína de la superficie de las células T llamada LFA-1. La LFA-1 actúa como sitio de acoplamiento, que desempeña un papel clave en la activación de las células T», señalan los especialistas.
«Sin embargo, en el estado inactivo este sitio de acoplamiento está en una conformación doblada y, por tanto, no puede unirse eficazmente a las células infectadas o anormales”, aclaran los científicos.
Si la cantidad de magnesio es suficiente en las proximidades de las células T, se une al LFA-1 y asegura que permanezca en una posición extendida, y por tanto activa, explicaron los expertos.
Los científicos recomiendan incluir en la dieta diaria las legumbres, nueces, semillas, cereales integrales, espinaca, leche, yogurt y algunos productos fortificados.
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