De acuerdo con este medio, el comandante de la Octava División del Ejército General, Jorge Eduardo Mora, explicó que con estos vehículos buscan, además, enfrentar a los grupos armados que allí operan, «responsables de las violaciones a los derechos humanos».
Cuentan con capacidades tecnológicas y resistencia antiexplosivos, para enfrentar cualquier amenaza en las zonas donde se adelantan operativos y pueden transportar a 25 militares completamente equipados con todas las exigencias requeridas para afrontar cualquier desafío operacional, detalló el oficial.
Destacó que en Arauca también las tropas en tierra continúan haciendo presencia en los cascos urbanos, en las carreteras y en las zonas rurales, de los municipios de Arauca, Arauquita, Fortul y Saravena, acciones que son apoyadas por aeronaves del Ejército Nacional
El departamento de Arauca, fronterizo con Venezuela, vive una crisis humanitaria, agudizada desde el primer día de este año, a causa de los enfrentamientos entre grupos armados irregulares.
Al menos 30 personas han muerto en estas tres semanas de 2022, decenas de familias fueron obligadas a salir de sus hogares y buscar refugios, y el hecho más reciente de este entorno violento fue la explosión de un carro bomba en una sede de organizaciones sociales y sindicales.
El Sistema Integral para la Paz hizo un llamado urgente al Gobierno colombiano a propiciar o facilitar diálogos humanitarios entre los actores armados inmersos en el recrudecimiento del conflicto en Arauca.
«Lo que viene ocurriendo y las amenazas que se están concretando en contra de la población exigen una respuesta humanitaria que desincentive más ataques en contra de la vida, la libertad y la integridad de los habitantes de este territorio», señaló en un comunicado.
En una reciente entrevista a Colombia Informa, Sonia López, representante de la Fundación Fundación de Derechos Humanos Joel Sierra señaló que, en Arauca, como en el resto de Colombia, se libra un conflicto social, político y armado, que tiene unas causas estructurales basadas en la desigualdad e inequidad generada por el modo de producción capitalista.
Subrayó que dichas causas deben superarse y mientras persistan la violencia va a estar a la orden del día.
Recalcó que Arauca es un territorio altamente militarizado donde hay más de nueve mil militares, además de la policía y la armada.
«Esa militarización no ha estado al servicio de proteger la vida, integridad, bienes y proyectos de la población araucana, sino al servicio de los intereses del capital nacional y extranjero, principalmente al cuidado de la infraestructura petrolera. Si la militarización fuera la solución a la crisis humanitaria del territorio ya se hubiera solucionado», enfatizó.
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