El presidente del país no cuenta con las herramientas necesarias para influir en los procesos importantes para el Estado y la nación, tanto en política interior como exterior en tiempos difíciles para la gente y en el país, indicó Sarkisián.
Declaró que decidió entregar el cargo tras cuatro años de trabajo en activo y subrayó que “esta no es una decisión emocional en absoluto, y hay cierta lógica en ella”, apuntó.
Sarkisián manifestó que en este momento el país requiere de la unidad nacional, “la institución del presidente no debería ser objeto de rumores y teorías conspirativas, desviando así la atención pública de los asuntos importantes”.
Según el texto, denunció la imposibilidad del cargo para vetar leyes que consideró contraproducentes y para sancionar potenciales problemas dentro de la Constitución de Armenia.
Al finalizar, agradeció a los ciudadanos y compatriotas por su perseverancia, resistencia, paciencia y valentía en estos momentos difíciles. También envió un saludo a los soldados, oficiales del Ejército y a todos los empleados de la Presidencia de la República.
Según analistas políticos, el puesto de presidente de ese país tiene carácter protocolario y cuenta con poco poder de decisión sobre temas clave de la realidad del país.
Sarkisián criticó en varias ocasiones al actual Gobierno, incluso en su anterior mandato, y señaló en más de una ocasión que la Constitución de ese país no está equilibrada. “Debe haber un equilibrio entre el Parlamento, el Gobierno y la Presidencia”, aseguró.
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