Trabajadores de la banca pública demandan un nuevo convenio colectivo, recuperación salarial, ingreso de personal y defensa de las empresas del Estado, y por eso protagonizan paros parciales graduales en distintos departamentos del país.
Lorena Lavecchia y Matías Arbizu, presidenta y secretario general del sector Financiero Oficial de AEBU, respectivamente, explicaron que el conflicto comenzó hace un año o más por un instructivo de la Oficina de Planeamiento y Presupuesto (OPP) para la reducción de vacantes.
Aclararon que la eliminación de personal origina dificultades muy grandes en los bancos, debido a recortes sin evaluación ni un estudio real que lo justifique, a partir de directiva del titular de la OPP, Isaac Alfie, tildado desde la oposición como el portador de la “motosierra” del ajuste fiscal.
En declaraciones a la revista Caras y Caretas denunciaron que además de perjudicar la atención al público “hay un avance en cuanto a las privatizaciones porque estas áreas siguen existiendo, alguien realiza las tareas y pone en peligro las tareas de los bancos oficiales”.
Mencionaron áreas afectadas como atención de las porterías de edificios y el transporte de valores que comportan riesgos y deriva en precarización salarial de empleados terciarios contratados fuera de la platilla legítima de la banca.
“Tenemos trabajadores privados trabajando para el Estado en condiciones absolutamente precarias”, precisaron, y señalaron que hay contratados jornaleros, “sin acceso a sus propios contratos de trabajo, que pueden ser despedidos en cualquier momento”.
Ambos sindicalistas señalaron que en medio de esta coyuntura surgió la negociación por el nuevo convenio colectivo con un planteo del Poder Ejecutivo de ajuste salarial de un 5,8 por ciento futuro, sin reconocer la pérdida generada por la diferencia inflacionaria del año pasado.
Explicaron que “se da en el marco de bancos oficiales con ganancias históricas en cientos de millones de dólares que ejemplificaron en las entidades de Seguro, Hipotecario y República, por lo que “no hay un problema de rentabilidad sobre la mesa”.
Lavechia y Arbizu reiteraron la voluntad de negociar sin aceptar la rebaja salarial, “pero no tenemos buenos interlocutores y tampoco propuestas concretas, y el mandato de la asamblea sindical es defender el convenio colectivo y obtener nuevas conquistas.
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