El colectivo advirtió cómo el crimen y el narcotráfico no quedaron de brazos cruzados luego de perder el control del poder ejecutivo en los comicios generales del 28 de noviembre último y explicó que los sucesos en el Congreso Nacional no significan sólo una lucha por la directiva de ese poder.
Mediante un pronunciamiento público, los académicos afirmaron que detrás del conflicto permanecen los intereses de los criminales vinculados a la selección del sistema judicial para la garantía de impunidad, la falta de condena por corrupción y la salvaguarda frente a la extradición.
Los docentes consideraron el escenario actual como un desequilibrio político que deja al país totalmente dividido y expusieron cómo los grupos de poder actúan a espaldas de la voluntad popular en contra de la estructura criminal y el narcoestado y expresada en el ejercicio del sufragio.
El colegio repudió las maniobras antipatriotas de los legisladores de Libre, aliados a los representantes tradicionales del bipartidismo: las corrientes Nacional y Liberal; reconoció a la presidenta Xiomara Castro y convocó a los ciudadanos a las calles para defender la democracia.
A juicio de los profesores, la selección de la junta directiva encabezada por Jorge Cálix y en contravención al acuerdo suscrito entre Libre y el Partido Salvador de Honduras, representa una vergonzosa y abominable cultura de indisciplina y un acto de traición imperdonable.
El comunicado denunció también la conspiración de los grupos de poder y su actitud violatoria a los procedimientos establecidos en la Carta Magna para la elección de los máximos cargos en el hemiciclo y respaldó la expulsión de 18 diputados de las filas de la organización de izquierda.
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