El vocero se hizo eco de un reporte del coordinador humanitario de Naciones Unidas, Martin Griffiths, quien este jueves en un encuentro virtual sobre el tema pidió un mayor enfoque en soluciones sostenibles y la cooperación en los sectores humanitario y de desarrollo, así como en la construcción de la paz en esa región.
De acuerdo con Dujarric, el organismo multilateral necesitará cerca de dos mil millones de dólares para la respuesta humanitaria en Mali, Níger y Burkina Faso durante este año.
Las necesidades allí crecen cada día en el contexto de una crisis exacerbada por los conflictos y la inestabilidad política, la pandemia de la Covid-19, el cambio climático y la falta de oportunidades de desarrollo sostenible, apuntó.
A inicios de este mes, el jefe de la oficina de Naciones Unidas para África Occidental y el Sahel, Mahamet Saleh Annadif, alertó sobre las persistentes amenazas en materia de seguridad que enfrenta esa región y repercuten en el continente.
Según dijo en el Consejo de Seguridad de la ONU por medio de video conferencia, la inseguridad en el Sahel está comprometiendo el progreso en todo el continente africano.
Hasta la fecha continúan los ataques a gran escala contra objetivos militares y civiles en Mali, Burkina Faso y Níger, detalló.
Asimismo, indicó que la amenaza terrorista pueda expandirse desde los países del Sahel al Golfo de Guinea y esto resulta ahora más que nunca una realidad.
Esta área atraviesa una crisis humanitaria compleja, agravada por la pandemia de la Covid-19 y la sequía, y también se produce un resurgimiento de los golpes de Estado, dijo el alto representante de la ONU.
Actualmente, indicó, el sistema de Naciones Unidas en la región de África Occidental y el Sahel continúa movilizándose con el fin de apoyar iniciativas para reducir la violencia, promover el desarrollo e impulsar un retorno al orden constitucional de los países.
La zona del Sahel tiene cuatro millones de kilómetros cuadrados y abarca a Burkina Faso, el sur de Mauritania, Senegal, Mali, Níger, el norte de Nigeria y Camerún, así como Chad, Sudán y Eritrea.
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