La IED en ese año se estimó en 1,6 billones de dólares, lo que representa cerca de 718 mil millones de dólares más respecto al monto en esa esfera en 2020, indicó un informe de Investment Trends Monitor de la Conferencia de Naciones Unidas Para el Comercio y el Desarrollo (Unctad).
Las economías industrializadas registraron el mayor incremento de la IED en 2021, calculada en unos 777 mil millones de dólares, tres veces más que el nivel excepcionalmente bajo de 2020, según el documento.
Ellas, además, absorbieron casi las tres cuartas partes del flujo mundial de inversión extranjera directa en el año recién finalizado.
De acuerdo con el texto, en Europa más del 80 por ciento del aumento de los flujos se debió a grandes oscilaciones en las llamadas economías de transición.
En Estados Unidos las corrientes de inversión se duplicaron, y el alza se debió en su totalidad a un incremento de las fusiones y adquisiciones transfronterizas (M&A).
Con respecto a los países en desarrollo, el informe precisa que los flujos ascendieron en un 30 por ciento, con una aceleración del crecimiento en Asia oriental y sudoriental, una recuperación hasta niveles cercanos a los anteriores a la pandemia en América Latina y el Caribe, y un repunte en Asia occidental.
No obstante ese saldo alentador, la secretaria general de la Unctad, Rebeca Grynspan, manifestó su preocupación por el estancamiento de las nuevas inversiones en los países menos desarrollados en industrias importantes para las capacidades productivas, y en sectores clave de los Objetivos de Desarrollo Sostenible (ODS), como la alimentación o la salud.
Por último, en el caso de África, el grueso de las economías experimentó un aumento moderado de la IED.
En ese continente el total se duplicó con creces, inflado por una única transacción financiera intraempresarial en Sudáfrica en el segundo semestre de 2021, apuntó además el documento.
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