Según datos de esa entidad de la ONU, más de 45 mil personas podrían necesitar ayuda humanitaria en ese país, entre ellas 23 mil mujeres y niños.
Por ello, Unicef prepara suministros médicos y de nutrición, agua, saneamiento y equipos de higiene con el objetivo de distribuirlos entre la población.
Además, crea espacios de aprendizaje temporales destinados a ayudar a los niños y las familias afectadas por la tormenta tropical Ana, que tocó tierra en el centro y norte de Mozambique el pasado 24 de enero.
Unicef alertó que ese territorio se encuentra en su temporada de lluvias y esto podría empeorar la actual situación, sobre todo, si otra depresión tropical o ciclón trae lluvias adicionales justo cuando ríos y represas ya están llenos.
La representante de Unicef en Mozambique, Maria Luisa Fornara, recalcó que esta reciente tormenta tropical supone un evidente recordatorio de la realidad que comporta la crisis climática.
Entre los más afectados por los fenómenos meteorológicos graves relacionados con el clima se encuentran los niños, subrayó.
Ana se desplazó por varios países de África oriental y meridional, y ocasionó unas 80 víctimas fatales a su paso por esa zona, indican reportes de prensa.
Los fuertes vientos y las intensas lluvias aparejados a este fenómeno climático han provocado inundaciones y destrucción generalizada, como ocurrió en las provincias mozambiqueñas de Nampula, Zambezia, Tete, Niassa, Sofala y Manica.
Allí unas 10 mil casas resultaron afectadas, al igual que puentes, líneas eléctricas, escuelas, instalaciones sanitarias, sistemas de abastecimiento de agua y otras infraestructuras públicas.
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