Reportes de la prensa local destacaron la iniciativa de la Organización de Mujeres Angoleñas (OMA) en la central provincia de Bié, donde plantaron unos 900 ejemplares de distintas especies, entre ellas, pinos, eucaliptos, cedros y acacias.
Según explicó la secretaria general de la OMA en el territorio, Emília da Conceição Panjimba, la jornada de repoblación forestal transcurrió de manera simultánea en los nueve municipios de la provincia y los activistas también invitaron a las familias a sembrar al menos una plata en sus patios o parcelas.
El ministro de Cultura, Turismo y Medio Ambiente, Filipe Zau, aseguró que la vertiente ecológica forma parte activa de la agenda política del Ejecutivo, pues “hoy es casi imposible pensar en desarrollo económico sin sostenibilidad ambiental”, dijo a Radio Nacional de Angola.
Actualmente, ejemplificó, funcionan protocolos de entendimiento con los gobiernos provinciales de Mamibe y Luanda, los cuales contemplan la aplicación de resultados científicos para contrarrestar problemas prácticos.
En ese sentido, apreció los proyectos de recogida de residuos plásticos y otros desperdicios urbanos con vistas a su transformación en biocombustibles y la desalinización del agua en función de inversiones hoteleras con el concurso del empresariado nacional e internacional.
Análisis del Gobierno avalan que la explotación equilibrada de los recursos naturales constituye un gran desafío para esta nación africana, teniendo en cuenta las emisiones de dióxido de carbono, la degradación de terrenos por actividades mineras, la deposición de grandes cantidades de plástico en los suelos y mares y la contaminación de los océanos con petróleo crudo.
Pese a los esfuerzos de las autoridades, continúan, además, los ataques frecuentes a la fauna y la flora, debido a la caza furtiva, la tala ilegal, las construcciones en sitios inapropiados y la degradación de ecosistemas por productos tóxicos.
De acuerdo con datos oficiales, de 2018 a 2019, fueron sacrificados de manera ilícita unos mil 800 animales en las provincias de Cabinda, Moxico y Cuando Cubango, incluidos monos, serpientes, jabalíes, chimpancés, pangolines, pitones, gacelas, guepardos y tortugas marinas.
Desde 1976, Angola celebra cada 31 de enero el Día Nacional del Medio Ambiente para remarcar la importancia de establecer equilibrios entre los dividendos económicos, las demandas sociales y la preservación del patrimonio natural.
mem/mjm