El PMA anunció que necesita dos mil 600 millones de dólares para hacer frente a la crisis humanitaria, pues el duro invierno deterioró aun más la situación en la nación centroasiática devastada por la guerra, según reflejó la agencia The Khaama Press.
La portavoz de ese programa de la ONU en Afganistán, Shelley Thakral, dijo que se trata de una carrera contra el tiempo y le preocupaba no poder seguir el ritmo.
«No tenemos fondos suficientes y pedimos dos mil 600 millones de dólares para ampliar la ayuda como es debido en 2022, lo cual supone unos 30 céntimos de dólar por persona a la que tenemos que llegar al día y no estamos ni cerca de esto», dijo Thakral en una vídeollamada.
Thakral señaló que más de la mitad de la población afgana sufre inseguridad alimentaria, mientras 8,7 millones de personas corren el riesgo de morir de hambre.
La vocera del PMA también expresó su preocupación por los cortes de electricidad en Afganistán y porque la gente no tiene dinero para comprar leña o combustible.
Apuntó que hay menos oportunidades laborales y las industrias están paralizadas, lo cual obliga a la gente a vender sus artículos personales.
Desde el ascenso al poder en Afganistán del movimiento Talibán, la nación centroasiática necesita ayuda internacional urgente.
El grupo armado tomó Kabul en agosto de 2021, mientras Estados Unidos y la OTAN sacaron en forma precipitada sus tropas tras 20 años de intervención y más de dos billones de dólares en gastos bélicos, con saldo de miles de civiles muertos.
Tras la desastrosa ocupación militar estadounidense, Afganistán quedó más pobre que hace dos décadas y en grave crisis humanitaria.
mgt/abm