Desde su gigantesca y modernísima torre de control se manejan todos los días entre 40 y 60 operaciones de aviones militares, y se confirmó que para el 21 de marzo próximo su capacidad le permitirá igualar e incluso superar al tráfico de aeronaves comerciales del actual aeropuerto internacional de la Ciudad de México.
Octavio Carrera, supervisor de Servicios a la Navegación en el Espacio Aéreo Mexicano, explicó que en la cabina de la torre de 88 metros de altura trabaja un equipo de 16 controladores de vuelo que, tras dos años de prácticas opera el centro neurálgico de la nueva terminal aérea.
Indicó que están más en operaciones las pistas militares en las que aterrizan y despegan aviones cazasupersónicos F-5, mientras que la primera pista para uso civil ya está totalmente construida y ahora se le hace una limpieza final, mientras que en la segunda se terminan de instalar los sistemas de iluminación.
Vamos a estar a la vanguardia, al mismo nivel que aeropuertos de todos los continentes. En nuestra región, en la parte de América Latina, estaremos sin lugar a dudas en los primeros lugares, afirmó Carrera.
El supervisor consideró al AIFA un aeropuerto que, en cuanto entre en operación, muy seguro, los procedimientos e instrumentos que operen estarán respaldado por la normativa internacional correspondiente, sin ningún problema.
Por su parte, el coronel Benito Pavón, quien fue el responsable de la construcción de la torre de control, explicó que tan sólo esta obra tuvo una inversión de 600 millones de pesos (30 millones de dólares) y ocupó a casi dos mil trabajadores.
Cuenta con seis fuentes de alimentación de energía eléctrica diferentes, las cuales triplican la redundancia que, por razones de seguridad, deben tener este tipo de instalaciones.
También será la primera torre de control del país en contar dentro de sus instalaciones con un simulador con pantallas de 360 grados para entrenar a los futuros controladores de vuelo, tanto para el AIFA como para otros aeropuertos.
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