Así lo advirtió hoy el presidente Andrés Manuel López Obrador al analizar la situación creada por su subsidiaria Calizas Industriales del Carmen (Calica), una concesión por tiempo indefinido que le otorgó el expresidente Ernesto Zedillo en su último día de gobierno.
El ejecutivo exigió a la empresa estadounidense suspender en tiempo máximo de un mes la extracción de recursos naturales de la zona que afecta el ecosistema y, de no aceptar la propuesta, interpondrá demandas a esa compañía por daños al país.
López Obrador criticó a quienes en su momento no protestaron por una concesión de esa naturaleza que entrega terrenos clave para el medio y la economía del país y destruye terrenos paradisíacos de México en la Riviera para extraer y exportar materiales a Estados Unidos.
El jefe de gobierno instruyó a su embajador en Washington, Esteban Moctezuma, exponer la propuesta al presidente de la compañía, quien respondió la hará saber a los integrantes del consejo de administración.
Los terrenos concesionados se encuentran en un área de cuatro mil 200 hectáreas. Son tres predios y un muelle. Una de las minas sigue siendo explotada y dos están sin actividad, pero en lo que cavaron han quedado marcas y socavones que provocan degradación de las aguas azul turquesa de Playa del Carmen.
Por lo anterior, reiteró López Obrador, ya no se permitirá la extracción pero, a cambio, el gobierno ofrece dar facilidades para que se finque ahí un proyecto turístico con respeto a las normas de uso del suelo.
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