El Ministerio de Educación confirmó un ausentismo del 72 por ciento de las maestras y maestros del sistema público, de los cuales más de seis mil se congregaron frente al Capitolio, sede de la Asamblea Legislativa para marchar hasta La Fortaleza, en el Viejo San Juan al grito de consignas dirigidas a que no se les lance a una vida de miseria.
“No habrá paz, si no hay justicia salarial”, lanzaban los más de seis mil manifestantes, que se unen en este sentido a los miembros del Negociado de Bomberos de Puerto Rico y los empleados de Emergencias Médicas, cuyos sueldos resultan precarios.
Con el respaldo de muchos de los estudiantes desde el nivel elemental hasta el secundario, la lucha de los docentes se ha intensificado después de que esta semana murió en un accidente un profesor al salir de un turno de trabajo como guardia de seguridad.
Según sus colegas, para cubrir sus necesidades básicas el maestro tenía dos trabajos como docente y un tercero de guardia de seguridad, por lo que se quedó dormido conduciendo su auto y se estrelló con la parte posterior de un camión de carga.
Aunque al llegar a La Fortaleza, sede del ejecutivo, el objetivo de los dirigentes de la protesta era reunirse con el gobernador Pedro R. Pierluisi, no lo consiguieron y se fijó un encuentro para el próximo miércoles, pese a estar presente el ministro de Educación, Eliezer Ramos, y el asesor laboral del gobernador, Yamil Ayala, entre otros funcionarios.
“En el Frente Amplio en Defensa de la Educación Pública, vamos a realizar asambleas y consultas a partir de este domingo, pues vamos a tomar las decisiones que tengamos que tomar e incluirán las que tengan que incluirse”, manifestó Mercedes Martínez, presidenta de la Federación de Maestros de Puerto Rico.
Martínez dijo que está por verse que los maestros regresen a los salones de clases el próximo lunes, tal como reclamó Ramos.
La presidenta de la Unión Nacional de Educadores y Trabajadores de la Educación, Liza Fournier, afirmó que “fuimos pacientes por 14 años sin recibir un aumento y hemos dado la milla extra, siempre».
“Nuestro retiro no se vende y lo vamos a defender a toda costa en la calle; vamos a tomar las calles (porque) el magisterio se cansó”, expresó Fournier.
Los gremios reclaman un alza salarial superior a los 470 dólares divididos en dos partes propuesto por la Junta de Supervisión Fiscal, impuesta por Washington para controlar las finanzas del gobierno de Puerto Rico ante su bancarrota, y la jubilación de los docentes, que a partir del 15 de marzo será convertido en un plan de contribución definida.
Esto provocará que muchos maestros terminen en la indigencia, según los dirigentes sindicales, que a la vez solicitaron que no se sancione a los docentes que se han ausentado en el transcurso esta semana.
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