En entrevista concedida al programa “Che Tempo che Fa” (Cómo está el tiempo), del periodista Fabio Fazio en el canal de televisión Rai 3, el sumo pontífice afirmó que el hecho de que el mar Mediterráneo “sea el cementerio más grande de Europa”, como él mismo expresó en alguna ocasión, “debe hacernos pensar”.
Al referirse a los sufrimientos de los migrantes tratando de llegar al mar y los peligros que enfrentan al intentar la travesía marítima, Francisco reiteró lo señalado por él recientemente sobre la existencia de campos de concentración controlados por los traficantes de personas en Libia.
Tras apuntar como a veces los rescatados en el mar son rechazados por autoridades en naciones de arribo, el papa dijo que “cada país debe decir cuántos migrantes puede acoger” y añadió que es un problema de política interna el cual debe ser valorado bien para ponerse de acuerdo “alcanzando un equilibro” de manera colectiva.
Por otra parte, reconoció con pesar que actualmente en el imaginario universal lo que importa son las guerras, más que la gente, y aseveró que con el dinero ahorrado en un año sin fabricar armas se podría dar educación y alimentos gratis a todo el mundo.
Vemos pobres, migrantes que mueren, niños con hambre, vemos la injusticia, pero existe la tentación muy fea de mirar hacia otra parte, puntualizó el pontífice al precisar que miramos, nos lamentamos un poco y después como si nada hubiera sucedido, en lugar de “sentir y tocar” la realidad.
Tocar es hacerse cargo del otro, si miramos sin tocar con las manos el dolor de la gente, jamás podremos hallar una solución, puntualizó.
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