«Como último Comandante en Jefe de las desaparecidas Fuerzas Armadas Revolucionarias de Colombia-Ejército del Pueblo (FARC-EP) lamento profundamente este hecho que sólo trajo dolor injustificable», expresó Londoño.
El atentado consistió en la explosión de un carro bomba en las instalaciones de dicho club social en Bogotá, que dejó como saldo la muerte de 36 personas y más de 200 heridas.
En un encuentro con Bertha Fries, empresaria y víctima de ese hecho perpetrado hace 19 años, Londoño le agradeció por su inmensa generosidad e inconmensurable valor «por tender sus manos y demostrarle al país que la reconciliación si es posible».
Recordó que ingresó a las FARC-EP con el sueño de ver a Colombia en paz con justicia social y jamás lo motivó afectar a la población civil por lo que «este tipo de hechos me avergüenza, porque son actos contrarios a nuestra ética revolucionaria».
Dijo desconocer las razones que llevaron a compañeros de las FARC-EP a poner la bomba en el Nogal.
«Se decía que allí se reunía la exministra Martha Lucía Ramírez con paramilitares. No me consta, pero así fuera cierto, no era razón para cometer este crimen», expresó.
Hemos venido tomando conciencia del dolor causado en el marco del conflicto. Ese sufrimiento que padeció nuestro pueblo es el mayor estímulo para seguir tendiendo puentes que nos permitan contarnos la verdad de lo sucedido y atender el dolor causado, aseguró.
Recalcó que la vorágine de la guerra llevó al país a una tragedia que no se puede repetir, de ahí la urgencia de la paz completa con todos los actores
Estos encuentros son duros, porque tocan las fibras más sensibles. Pero son profundamente reconfortantes, enfatizó el dirigente partidista.
La generosidad y la resiliencia de las víctimas nos estimulan a seguir trabajando por la paz que el pueblo anhela, dijo en la reunión de esta mañana.
Por su parte Bertha Fries manifestó creer «firmemente en que en la reconciliación está la transformación del país».
Asimismo, cuestionó el papel de la prensa en ese necesario proceso para superar los efectos nocivos de la guerra.
El encuentro terminó con abrazo entre Londoño y Fries, que ratifica el avance de la verdad y reconciliación en el contexto del Acuerdo de Paz en Colombia, firmado en 2016.
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