“No basta con auxiliar —como debe ser— a las cientos de personas que han perdido sus hogares o se han visto afectadas por esta situación climática, hacia quienes va toda nuestra solidaridad”, expresaron los presidentes del MINH, Ángel Rodríguez y Julio A. Muriente, sobre la situación creada el fin de semana por una vaguada.
Ambos dirigentes urgieron a analizar con profundidad la real naturaleza de esta situación, sus antecedentes y causas verdaderas, como parte de las deficiencias del modelo de desarrollo urbano, el sistema de carreteras y la utilización del espacio geográfico.
“Es una gran irresponsabilidad conformarse con echarle la culpa a las lluvias por la inundación de centros comerciales, calles y avenidas, autovías, urbanizaciones y comunidades en toda la zona norte, este y sureste de Puerto Rico”, dijeron los directivos políticos.
Consideraron que no se trata de un desastre natural, se trata de un desastre social, al recordar que antes de estas lluvias, la Agencia Federal de Manejo de Emergencia (FEMA) y la Junta de Planificación de Puerto Rico reconocían la existencia de más de 250 mil estructuras edificadas en zonas inundables.
Según las leyes vigentes, se supone que inversionistas, desarrolladores y constructores de estructuras urbanas, desde residencias hasta grandes avenidas, puentes, centros comerciales y edificios, realicen un estudio exhaustivo de cada zona para prevenir, entre otras cosas, inundaciones, en lo que se conoce como la Declaración de Impacto Ambiental (DIA).
Para los dirigentes del MINH, resulta evidente el incumplimiento de esas leyes, así como la negligencia de las autoridades correspondientes en materia ambiental y de planificación, como el Departamento de Recursos Naturales y Ambientales y la Junta de Planificación.
“La negligencia es aún mayor, cuando conscientemente se permite la construcción ilegal en áreas costaneras y se pretende ignorar el impacto del calentamiento global sobre nuestra geografía nacional, como ha sido el caso de estas lluvias ocurridas en febrero, un mes tradicionalmente seco”, manifestó Muriente, quien es geógrafo.
Esta seria situación no se resuelve con paliativos y medidas curativas de dos o tres días, aseguró junto a Rodríguez.
“Mientras no se reconozca que tiene que ver con la manera irresponsable como se ha dispuesto de nuestro territorio, de la edificación negligente de estructuras y la ausencia de medidas preventivas, esta lamentable situación se volverá a repetir una y otra vez”, vaticinaron.
El gobierno de Pedro R. Pierluisi todavía no evaluó el monto de los daños causados por las lluvias en el país, que se estima alcanzan suman astronómicas, y el desplazamiento de personas, por la vulnerabilidad de las zonas en que residen.
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