Los CLI, como se conoce a esos índices por sus siglas en inglés, son cálculos impulsados por factores como los pedidos, niveles de confianza, permisos de construcción, tasas de interés a largo plazo y las matrículas de vehículos nuevos, entre otros.
Establecidos por la OCDE sirven para anticipar las fluctuaciones en la actividad económica durante los próximos seis a nueve meses en un país o en el promedio de ese grupo y brindan una puntuación a cada economía en estudio.
Entre las principales economías que integran la OCDE, los CLI de Canadá, con una puntuación de 100,2, Alemania (100,9), Italia (101,1) y el Reino Unido (100,5) confirman que superaron un punto de inflexión en sus economías, como se señaló en las mediciones anteriores, y ahora apuntan a una moderación del impulso del crecimiento.
Para Estados Unidos, Japón y la Zona Euro en su conjunto, esos indicadores también muestran que rebasaron un pico cíclico, pero se mantienen relativamente estables. En Francia, el CLI apunta a un comportamiento seguro con tendencia a largo plazo.
Mientras que entre las principales economías de mercados emergentes, China apuntan a que el incremento económico pierde impulso, similar para India y una desaceleración en el caso de Brasil, en tanto Rusia, el CLI ahora indica estabilidad.
En el caso de Colombia, se mantiene en un entorno de crecimiento económico por encima de lo previsto, al avanzar al segundo lugar entre los valores más elevados de los CLI entre los miembros de la organización, con 101,9 puntos, sólo superado por Irlanda que tuvo 102,8 puntos.
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