De acuerdo con estudios de la Universidad Nacional Autónoma de Honduras (UNAH), el país ocupa el primer lugar dentro de los indicadores de violencia en Centroamérica y el tercero en América Latina y el Caribe, si bien el presupuesto destinado a combatir ese flagelo es uno de los más altos.
En 2022, la Secretaría de Seguridad recibirá un monto aproximado de 276 millones de dólares para la salvaguarda de una sociedad que vivenció, el año último, la ocurrencia de tres mil 648 homicidios, es decir, el asesinato de 10 personas diariamente por múltiples causas.
Durante ese mismo período, la tasa alcanzó 38.6 muertes violentas por cada 100 mil habitantes, reflejo del incumplimiento de las promesas realizadas en la administración de Juan Orlando Hernández, alusivas a la lucha contra ese fenómeno social hasta con el empleo de las fuerzas militares.
Los datos oficiales colocan a 2011 como el año más violento en el territorio centroamericano y 2020, pese al toque de queda y las medidas restrictivas por la Covid-19, reportó tres mil 565 asesinatos; de ahí la esperanza en Xiomara Castro y su gabinete en relación con el ataque a la inseguridad imperante.
No obstante, en 40 días de 2022 ya la nación contabiliza ocho masacres, con un saldo de 30 personas fallecidas, un aumento del 10 por ciento respecto a similar etapa del año anterior, y 345 homicidios, ello significa que acontece un hecho de ese tipo cada tres horas.
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