La estructura que fue muy crítica con la gestión del presidente asesinado Jovenel Moïse estima que este 2022 debe dedicarse a la aplicación de una solución duradera y efectiva a la situación que enfrenta el país en lo político, social y económico.
“Este año debe dedicarse al establecimiento de las instituciones y los consensos necesarios para priorizar los intereses de la población, crear condiciones de seguridad y permitir a la población soberana elegir a sus gobernantes de acuerdo con los principios del Estado de derecho, la democracia y el buen gobierno”, aseguraron.
Desde mediados de agosto pasado, Marchemos por la vida incentivó la creación de una mesa de trabajo incluyente con el fin de fusionar las diversas propuestas de acuerdos y llegar a un único proyecto nacional, que tenga como objetivo prioritario la seguridad.
Sin embargo, seis meses después la crisis institucional se profundizó y la plataforma culpa a los actores que no logran llegar al consenso para demostrar que están a la altura de sus responsabilidades.
A finales de enero, los firmantes del Acuerdo Montana, iniciativa opositora para solucionar la crisis del país, eligió a un presidente y un primer ministro para un eventual Gobierno de transición, que es rechazado por las autoridades.
El jefe de Gobierno, Ariel Henry, reiteró el lunes que el próximo ocupante del Palacio Nacional deberá ser electo en sufragios justos, transparentes y con la mayor participación posible.
Otras voces subrayan que ni Henry ni los firmantes del Montana tienen legitimidad para llevar adelante una transición y abogan por un diálogo amplio.
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