Su coordinador general, Harrison Ernest, criticó que siete meses después del asesinato del presidente Jovenel Moïse los firmantes de los diversos acuerdos políticos no llegan a un consenso que pueda solucionar la crisis multifacética que vive el país, mientras las bandas tienen cada vez más control del territorio y se dispararon los precios de la canasta básica.
Los integrantes del movimiento dieron dos semanas de plazo para este proceso, o saldrán a las calles para obligar a las autoridades a dar respuestas a la población.
Varias plataformas alentaron recientemente una fusión de propuestas para sortear la crisis, entre ellas N ap Mache Pou Lavi (Marchemos por la vida), para la cual el 2022 debe dedicarse a la aplicación de una solución duradera y efectiva a la situación que enfrenta el país en lo político, social y económico.
“Este año debe dedicarse al establecimiento de las instituciones y los consensos necesarios para priorizar los intereses de la población.
Crear condiciones de seguridad y permitir a la población soberana elegir a sus gobernantes de acuerdo con los principios del Estado de derecho, la democracia y el buen gobierno”, aseguraron en un comunicado.
La víspera, el primer ministro Ariel Henry y los firmantes del Acuerdo Montana acordaron iniciar las negociaciones, si llegan a un consenso sobre los principales puntos a discutir.
“A pesar de la incomodidad, acordamos discutir con el poder en el lugar”, dijo Magalie Comeau Denis, organizadora del Acuerdo Montana, una iniciativa de la sociedad civil y de partidos políticos para solucionar la crisis, y que recientemente eligió a un presidente y un primer ministro para un eventual Gobierno de transición.
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