La Organización Mundial de la Salud (OMS) dijo que el brote es especialmente preocupante, pues Afganistán enfrenta una inseguridad alimentaria y una malnutrición masivas, señaló la agencia de noticias afgana Pajhwok.
El portavoz de la OMS, Christian Lindmeier, dijo en una rueda de prensa en la capital suiza que los casos de sarampión aumentaron en todas las provincias de Afganistán desde finales de julio de 2021.
Indicó que en enero se registraron 35 mil 319 casos sospechosos de sarampión, de los cuales tres mil fueron confirmados en laboratorio, y un saldo de 156 muertos.
El 91 por ciento de los casos y el 97 por ciento de las defunciones fueron de niños menores de cinco años.
Lindmeier consideró que los decesos relacionados con el sarampión están probablemente subestimados y las cifras podrían aumentar.
El rápido auge de los casos en enero sugiere la probabilidad de que el número de muertes por sarampión aumente considerablemente en las próximas semanas, añadió.
Afganistán necesita ayuda humanitaria urgente desde la toma del poder por los talibanes en agosto último, cuando Estados Unidos y la OTAN sacaron estrepitosamente sus tropas tras 20 años de intervención, con saldo de miles de civiles muertos.
Tras la ocupación militar estadounidense, que costó más de dos billones de dólares al contribuyente norteamericano, según la Universidad de Brown, Afganistán quedó en una grave crisis humanitaria, que afecta a millones de personas.
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