El gobernante conservador, quien enfrenta la peor crisis política de su mandato debido al escándalo por las fiestas celebradas en su residencia oficial durante la cuarentena por la Covid-19, tiene previsto visitar este lunes una fábrica escocesa como parte de una gira por el país.
Primer ministro británico sigue en la cuerda floja por «partygate»
Según trascendió, Johnson no se reunirá con los representantes del gobierno semiautónomo liderado por el SNP, pero tampoco con los miembros de su propio partido en Escocia, cuyo líder, Douglas Ross, le exigió públicamente la renuncia a raíz del llamado “partygate”.
No es de extrañar que Johnson se esconda de los escoceses durante su visita relámpago, porque la gran mayoría quiere que renuncie, incluido sus propios correligionarios aquí, afirmó el diputado Ian Blackford, líder de la bancada del SNP en el Parlamento británico.
De acuerdo con el legislador independentista, cada vez que el primer ministro del Reino Unido visita Escocia se dispara el sentimiento independentista, porque la gente recuerda, dijo, todas las decisiones desastrosas impuestas por el gobierno conservador.
Boris Johnson es un anuncio ambulante por la independencia, aseveró el político escocés.
La jefa del gobierno escocés, Nicola Sturgeon, anunció meses atrás que pretende convocar a otro referendo sobre la independencia en 2023, pero Johnson considera que la consulta de 2014, cuando el 55 por ciento de los escoceses votó por permanecer dentro del Reino Unido, fue una oportunidad que solo debe ocurrir en una generación.
Los independentistas alegan, sin embargo, que el Brexit trastocó el escenario, pues la mayoría de la población de Escocia (62 por ciento) optó por permanecer dentro de la Unión Europea, pero se vio obligada a abandonar el bloque junto al resto de los británicos en enero de 2020.
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