El Departamento Administrativo Nacional de Estadística (DANE) confirmó hoy que la economía creció 10,6 por ciento en 2021, tras la contracción más fuerte de su historia en 2020 ocasionada por la pandemia de la Covid-19,
Dicho crecimiento del Producto Interno Bruto (PIB) superó las proyecciones de organismos internacionales y fueron los sectores de comercio, transporte, alojamiento y servicios de comida, así como las industrias manufactureras, los que más aportaron.
El ministro de Hacienda, José Manuel Restrepo, celebró ese avance tras la crisis sanitaria y aseguró que la recuperación comenzó «con la relajación de varias de las medidas restrictivas y de aforo sin descuidar la salud».
Un recientemente un informe publicado por la FAO y el Programa Mundial de Alimentos denominado «Puntos críticos de hambre. Alertas tempranas sobre la inseguridad alimentaria aguda», ubicó a Colombia entre los 20 países cuya inseguridad alimentaria puede recrudecerse en el primer semestre de este año.
El DANE reportó en 2021 que dos millones 600 mil hogares podían acceder a dos platos de comida al día, lo cual equivale a 34,5 por ciento de las familias colombianas.
Según María Victoria Rojas, docente de la Maestría en Seguridad Alimentaria y Nutricional de la Universidad Nacional de Colombia, la situación precaria del campo es un reflejo del frágil sistema productivo agroalimentario.
«Pero esta fragilidad es a su vez consecuencia de decisiones políticas que han desfinanciado al sector rural, y que no reconocen a las y los campesinos como sujetos de derechos con formas de vida propias», manifestó en un artículo titulado Colombia en alto riesgo de padecer hambre aguda.
«La situación de hambre e inseguridad alimentaria y nutricional que atraviesa Colombia es consecuencia de un modelo económico fallido para las mayorías; un sistema político excluyente, y un acumulado de políticas ineficientes que no han logrado dignificar la vida de las familias», enfatizó.
Excelente noticia que el crecimiento de 2021 haya superado las expectativas, expresó por su parte, Luis Fernando Mejía, director ejecutivo del Centro de investigación económica y social.
No obstante, enfatizó, «aún hay una brecha frente al nivel tendencial pre-pandemia: la economía es un cuatro por ciento más pequeña, produce 47 billones menos y los retos son cerrar esta brecha, generar más empleo y reducir la inflación».
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