El exmandatario abandonó su vivienda, ubicada en el Residencial San Ignacio de esta capital, de manera voluntaria y, a su salida, lo esperaban agentes policiales y el ministro de seguridad del gobierno de Xiomara Castro, Ramón Sabillón, quienes le colocaron un chaleco antibalas y lo esposaron en manos y pies.
El exgobernante hondureño partió hacia la Dirección de Fuerzas Especiales, resguardado por una caravana vehicular y un fuerte operativo terrestre y aéreo, que comenzó desde horas de la noche con la intervención de 600 efectivos, según revelan fuentes oficiales.
Con anterioridad, el portavoz de la Corte Suprema de Justicia (CSJ), Melvin Duarte, confirmó la firma de la orden de captura por Edwin Ortez, juez natural designado en horas de la mañana de este martes, disposición acatada de manera rápida entre las fuerzas del orden.
Paradójicamente, Hernández afirmaba que durante su mandato fue líder de la guerra contra el narcotráfico, envió a más de una veintena de traficantes hacia Estados Unidos y causó la entrega voluntaria de otra decena, y ahora el país norteño reclama su extradición.
Hasta el 27 de enero último, el también abogado ocupaba el máximo cargo de la nación centroamericana, si bien fiscales de Nueva York lo implicaron en nexos con el tráfico de sustancias ilícitas, a partir del proceso y condena seguido contra su hermano, el exdiputado Antonio Hernández.
El nombre de Juan Orlando fue mencionado más de 100 veces durante los juicios realizados en la nación norteña y uno de los implicados, el exalcalde de El Paraíso Alexander Ardón aludió al dinero recibido por el exmandatario para financiar sus campañas electorales.
oda/dgh