El barco con los desperdicios atracará en el puerto italiano de Salerno, en el suroeste de la bota itálica, después que ambas partes alcanzaron un acuerdo para contener la ira provocada en los tunecinos por el arribo de la carga, ahora detenida en el puerto de Susa (este tunecino).
A pesar de una ley que prohíbe la importación de desechos de ese tipo, desde 2020 unos 280 contenedores con desperdicios domésticos provenientes del país europeo llegaron a Túnez importados por una compañía que los declaró como desechos plásticos para ser reciclados. La trama fue descubierta por la comisión que investigó las causas que se desató uno de los locales donde estaban almacenados parte de los contenedores lo que detonó una ola de protestas públicas de la ciudadanía y entidades ambientalistas.
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