La jefa de la Oficina Integrada de Naciones Unidas en Haití (Binuh), Helen La Lime, alertó en una reunión de ese organismo que las bandas criminales están convirtiendo varias ciudades del país caribeño en lugares marcados por la violencia y la anarquía.
A pesar de algunos signos de progreso para poner fin a la crisis política, económica y humanitaria que empeoró desde el asesinato del presidente Jovenel Moise el año pasado, la situación sigue “tensa y altamente polarizada”, recalcó.
En estos momentos, agregó la jefa de la Binuh, urgen reformas estructurales para abordar la violencia de las pandillas, la impunidad y la corrupción, fortalecer el sistema de justicia y transformar la economía de manera sostenible.
Los grupos armados criminales tienen un fuerte control sobre las vidas económicas y sociales de millones de niños, mujeres y hombres: esas bandas usan secuestros, asesinatos y violencia sexual y de género como métodos para aterrorizar a las poblaciones y ampliar así su control territorial, lamentó La Lime.
En ese sentido, se refirió a los esfuerzos de la policía haitiana para frenar la ola de crímenes violentos, pero indicó que unas fuerzas sobrecargadas de trabajo, sin personal y sin recursos no puede reducir por sí sola el aumento alarmante de la inseguridad.
Según apuntó La Lime, el problema de las pandillas no puede abordarse solo con estrategias policiales, sino que requiere un nuevo enfoque que incluya más control de los flujos ilegales de armas y de proyectos socioeconómicos y de integración para ofrecer empleo e ingresos en los barrios más afectados.
Naciones Unidas y el Gobierno de Puerto Príncipe acordaron de manera conjunta fortalecer el apoyo internacional e impulsar la creación de un fondo colectivo de múltiples donantes con ese fin.
Además, La Lime habló en el Consejo de Seguridad de las consecuencias del devastador terremoto de agosto de 2021, que destruyó partes del sur de la península y dejó más de dos mil 200 víctimas mortales.
De acuerdo con calculas de ONU, dijo, se estima que 4,9 millones de personas, el 43 por ciento de la población haitiana, necesitarán asistencia humanitaria en 2022.
Otro de los puntos que abordó la jefa de la Binuh en el Consejo de Seguridad fue la necesidad de poner fin al problema de la impunidad en Haití y como ejemplo, mencionó la falta de avances sobre casos de asesinatos y masacres, incluido el magnicidio de Moise.
Tras cerrar sus operaciones de paz en Haití, la actual misión de Naciones Unidas en Haití, bajo las siglas de Binuh, tiene carácter político y se centra principalmente en dar apoyo a las instituciones, en especial en el ámbito del Estado de derecho.
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