La Conferencia de las Naciones Unidas sobre Comercio y Desarrollo (Unctad, siglas en inglés), indicó que tras la caída del intercambio de mercancías y prestaciones en 2020, el año pasado se evidenció una recuperación del 25 por ciento versus el primer año de pandemia y del 13 por ciento frente a 2019.
Durante el corriente también crecerá, moderadamente, pero podría afectarse por los esfuerzos de las empresas y países para acortar las cadenas productivas en su proceso de relocalización, por lo que se pronostica a 2023 como el año clave, aseguró la Unctad.
Pensábamos que las interrupciones en las cadenas de suministro serían temporales, pero están tardando más en resolverse, quizás para fines del año o comienzos del próximo”, indicó la directora de la Organización Mundial del Comercio (OMC), Ngozi Okonjo-Iweala, quien agregó que esta coyuntura afecta más a los países en desarrollo.
De acuerdo con la Unctad, un cúmulo de factores confluyen sobre la actual crisis de logística que tienen a la Covid-19 como eje central, como por ejemplo el cierre de las actividades comerciales por parte de China al inicio de la pandemia.
Ello provocó cuellos de botella, ralentización en la recuperación del sector, al tiempo que supone un alza vertiginosa en los fletes y en la rentabilidad de las empresas, lo que al final se traslada al consumidor al impactar en los tiempos de entrega y en el costo de las mercancías.
De mantenerse la actual subida de los fletes del transporte en contenedores, los precios de importación y de consumo aumentarán considerablemente, alertó la Unctad, que señaló a los países insulares en desarrollo como los más afectados.
También la coyuntura en el Canal de Suez, donde un megabuque rumbo a Europa quedó varado, que aún supone un sobrecosto a la actividad comercial mundial, además de los millones de personas encerradas en las primeras temporadas de la pandemia con un alza de la demanda no prevista ni atendida por las navieras de forma plena.
Según la Unctad entre 2014 y 2017 la industria perdió mucho dinero, lo cual disminuyó la construcción de barcos, tendencia mantenida en 2020, sin embargo a principios de 2021 las compañías reaccionaron a niveles nunca vistos al crecer la flota de barcos portacontenedores un 2,48 por ciento.
Otro factor que lastra el desempeño del comercio mundial es la escasez de personal capacitado particularmente en Estados Unidos y en Europa, como consecuencia de los subsidios que redujo la necesidad de ingresos laborales.
La solución de la actual coyuntura logística, que deja entrever que lo peor ya sucedió, está encaminada a 2023 cuando la gran mayoría de las nuevas embarcaciones entrarán en funcionamiento.
No obstante, para el corriente es necesario un incremento de la participación laboral en las economías desarrolladas, una baja en la inflación, una relajación de la política de cero Covid-19 en China y una digitalización de los procesos de comercio exterior en el mundo.
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