Segalmex opera el programa de precios de garantía y no ha aclarado el destino de esos recursos pues tiene pendiente de justificar el gasto de cinco mil 640 millones de pesos (32 millones de dólares), mientras Diconsa y Liconsa no han informado sobre más de mil 450 millones (más de 70,6 millones d dólares) cada uno.
Entre las inconsistencias observadas por la ASF en el manejo de los recursos de esos organismos está la prestación de diversos servicios que no se comprobaron, se reportaron productos de los que se carece el registro de entrada a las tiendas y el pago a agricultores sin la existencia de facturas.
Tan sólo los gastos de operación, entre 2019 y 2020, crecieron 186,4 por ciento con un total de tres mil 289 millones de pesos (164,65 millones de dólares) equivalente a una tercera parte de los subsidios entregados e impactaría en el cumplimiento del objetivo del programa de precios de garantía, indica el informe general de Fiscalización Superior de la cuenta pública de 2020.
De las cinco auditorías de cumplimiento, desempeño y una de ellas forense realizadas a Segalmex, Diconsa y Liconsa, se desprende que hubo un pago por más de 70 millones de dólares por maíz, arroz y trigo a medianos productores sin las facturas correspondientes.
No se acreditó la recepción de pesticidas, se hicieron pagos por contratos fuera de vigencia; no se registró la entrada a almacenes de productos de la canasta básica, no hubo boletas de recepción y liquidación de productores de maíz y de frijol, señala el informe.
La ASF refirió que Segalmex -creada en este gobierno para controlar que no hubiera corrupción en esas operaciones- no acreditó con documentación que los recursos transferidos a Liconsa correspondieron a 520 millones de litros de leche pequeños y medianos ganaderos y no se pudo identificar a los beneficiarios.
Pagó, además, alrededor de 140 millones de dólares a medianos productores de maíz, arroz y trigo sin que precisara cuál fue la normativa para otorgar el subsidio.
La ASF reportó que en Diconsa se encontró que en cinco almacenes hubo productos cárnicos caducos o en mal estado por un valor de 200 mil dólares, no acreditó el proceso de planeación para adquisiciones y tampoco probó la prestación de servicios por otros 10 millones de dólares.
ASF señaló que se encontraron deficiencias en la organización, así como en la integración y registro de información contable y financiera presente en los estados financieros. Indicó que el auditor independiente, Salles Sainz Grant Thornton, se abstuvo de emitir su opinión: No expresamos una opinión sobre los estados financieros de Segalmex, expresó.
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