Las deliberaciones en la capital congoleña respondieron al compromiso de los estados signatarios del Acuerdo Marco para la Paz, la Seguridad y la Cooperación (PSC) en la RDC y la región, indicó el Mirex de Angola mediante un comunicado de prensa.
Titulares de Relaciones Exteriores y Negocios Extranjeros examinaron los documentos que serán presentados el venidero jueves en la X Cumbre de jefes de Estado y de Gobierno de los países miembros del pacto, suscrito en 2013.
Según el Mirex, la ceremonia de apertura del evento estuvo marcada por los discursos del secretario ejecutivo de la Conferencia Internacional de la Región de los Grandes Lagos (Cirgl), João Caholo, y el secretario ejecutivo adjunto de la Comunidad de Desarrollo de África Austral (SADC), Joseph Nourrice.
Entre los oradores estuvieron también una representante de la comisión de la Unión Africana, Michelle Ndiaye, y el enviado especial del secretario general de las Naciones Unidas para la región de los Grandes Lagos, Huang Xia, destacó el texto.
Además de aprobar la agenda de la Cumbre, los cancilleres analizaron temas relacionados con la evolución política y de seguridad, con énfasis en las actividades de los grupos armados y los recientes ataques terroristas en el área.
La delegación angoleña de alto nivel estuvo encabezada por el ministro de Relaciones Exteriores, Téte António, confirmó la fuente.
Debido a los ciclos recurrentes de conflicto y violencia en el este del Congo democrático, 13 estados del continente africano firmaron el Acuerdo Marco para la Paz, la Seguridad y la Cooperación en la RDC y la Región, el 24 de febrero de 2013, en Addis Abeba, la capital de Etiopía.
Dichos países son Angola, Burundi, Kenya, República Centroafricana, Congo, RDC, Ruanda, Sudáfrica, Sudán, Sudán del Sur, Tanzania, Uganda y Zambia.
El acuerdo fue firmado, además, por la Organización de las Naciones Unidas, la Unión Africana, SADC, Cirgl, la Unión Europea, Bélgica, Estados Unidos, Francia y Reino Unido.
A juicio de los expertos, el documento jurídico define un abordaje más profundo e integral de las raíces locales, nacionales y regionales de los conflictos y prevé el establecimiento de mecanismos de supervisión, con el propósito de monitorear la implementación de los compromisos asumidos por las partes.
Es un instrumento enfocado a la creación de condiciones esenciales para que la RDC y la zona alcancen la paz, la seguridad y la estabilidad en pro del desarrollo sostenible, estimó el Mirex.
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